3.1 El sedentarismo mata

El sedentarismo digital consiste en quedarse estancado en un conjunto de tecnologías (muchas veces muy pequeñito) y no moverse de allí. Hay gente capaz de estar haciendo lo mismo durante años, o incluso décadas, y que no quiere actualizarse. Son felices en su zona de confort moldeada alrededor de ellos durante años y no están dispuestos a cambiar. Son como la gente que tiene un sofá con un hueco con la forma de su trasero y no quieren cambiarlo porque para ellos es un sofá a medida (nunca mejor dicho), ya que ha cogido su forma gracias a años de esfuerzo y dedicación.

Hay trabajos que no requieren una actualización constante porque son más estables por definición o se basan en leyes físicas o matemáticas que perduran en el tiempo. Pero el sector tecnológico está muy vivo, es muy dinámico y cambia constantemente, con lo cual, quedarse estancado implica quedarse obsoleto y esto puede ser muy perjudicial. De igual forma que un estilo de vida sedentario, puede conllevar problemas cardíacos, pero en este caso debido a que te vas a quedar sin empleo y no te contratará nadie.

Imaginemos una persona que siempre ha trabajado con un lenguaje de programación y un framework. Subamos un poco más la apuesta añadiendo que tampoco se ha ido actualizando entre versiones, es decir, está trabajando con versiones obsoletas, de hace más de diez años. Supongamos que llega un punto en el que la empresa para la que trabaja decide actualizar su sistema informático y esta persona no se ha reciclado durante todos estos años. En su maravillosa burbuja estaba calentito y cómodo, pero de repente se la han pinchado y todo su universo se le ha ido al garete. ¿Qué puede hacer ahora?

La cosa es complicada, si no te has ido reciclando durante años, es imposible ponerte al día de la noche a la mañana. Es como no estudiar durante todo el semestre y dejarlo todo para el último día, ¿te suena? Seguro que esta situación no te trae muy buenos recuerdos… Y, suponiendo que fueras de los que lo dejaba todo para última hora y luego aprobaba, recuerda que no es lo mismo un semestre que varios años de obsolescencia. Además, en la vida real no se trata de aprobar un examen sacando un 5, sino de aportar valor. Si tu propuesta de valor está desfasada, seguro que van a encontrar a otro que lo hará mejor que tú, es decir, tendrá una mejor ventaja competitiva. Probablemente, será más joven, cobrará menos (no tendrá tanta antigüedad), estará al día de las últimas tecnologías (acaba de salir del horno) y tendrá una actitud más positiva y con ganas de aprender (no estará quemado).

Si se te están empezando a poner los pelos de punta, eso es bueno porque te estás dando cuenta de lo que hay. Quizás no te lo habían dicho de forma tan directa, pero recuerda que quien bien te quiere te hará llorar. Con lo cual, ponte las pilas de una vez y recuerda que la tecnología es verde: recíclate o muere.

Piensa que una persona senior con años de experiencia y que se ha ido reciclando durante los años tiene una propuesta de valor brutal porque se ha encontrado con todo tipo de problemas y situaciones inesperadas, complejas, críticas, etc. Una hora de trabajo de esta persona puede equivaler a muchas horas de otra persona junior (la experiencia es un grado) y será más difícil que le quiten el puesto. Es lógico, ¿no? Antes van a echar a alguien que está desfasado y que no aporta valor, que a alguien que está resolviendo la papeleta a la empresa, sacándole las castañas del fuego cada vez que hay un marrón de los gordos, porque es una persona clave.

Dicho todo esto, me gustaría terminar el capítulo con la excepción que confirma la regla, ya que podemos encontrar profesionales especializados en tecnologías antiguas, pero que todavía son (y serán) ampliamente usadas. De hecho, en múltiples ocasiones se ha requerido la ayuda de personas que ya estaban retiradas para poder hacer cambios o resolver incidencias en sistemas productivos muy antiguos. Un ejemplo claro es el de los desarrolladores de COBOL, un lenguaje de programación creado en 1959, comúnmente usado en mainframes y más concretamente en el sector bancario y de las aseguradoras.

Por lo tanto, si de verdad quieres trabajar con tecnologías que prácticamente no evolucionen o que lo hagan muy lentamente, tienes la opción de especializarte en tecnologías antiguas que todavía sigan siendo usadas. Eso sí, asegúrate previamente de que no vayan a ser reemplazadas en el corto plazo por otras alternativas más modernas.