3.8 Hacia dónde vamos

El mundo ha evolucionado de forma exponencial desde la electrificación de nuestra sociedad. El hecho de disponer de electricidad en las ciudades y en los hogares lo cambió todo y fue el inicio de una nueva era. La invención de los ordenadores ha sido otro de los grandes hitos de la humanidad y nos ha hecho evolucionar de una forma inimaginable en pocos años. La gran pregunta es: ¿qué pasará a partir de ahora?

¿Volveremos a la Edad Media?

Como probablemente sabrás, la Edad Media fue considerada una época de retroceso en lo referente a la ciencia y se conocía también como «Años oscuros», aunque hoy en día no se cree que fuera tan decadente.

¿Qué quiero decir con esto? No, no me voy a hacer historiador (al menos de momento), pero sí hay algo que me preocupa (y mucho). La cuestión es que hoy en día, a nivel tecnológico, cada vez hay una diferencia mayor entre los que saben y los que no saben. Es decir, hay unos pocos que saben mucho y hay una gran mayoría que no tiene ni idea de cómo funcionan las cosas realmente. Es muy diferente saber usar la tecnología a saber cómo funciona internamente. De verdad, no tiene absolutamente nada que ver leer un manual de usuario o un manual técnico (si lo hay).

No sé si te has planteado esto alguna vez, pero considero que es muy peligroso que el conocimiento tecnológico quede concentrado en «unas pocas personas», en comparación con el gran volumen de población global. En las facultades de informática no suele haber peleas para poder acceder a una plaza, al menos en nuestro país. Es curioso cómo nos gusta la tecnología y presumir de que hemos comprado los últimos modelos de los dispositivos (caros y a veces inútiles) que van sacando al mercado. Pero luego falta gente que realmente quiera aprender cómo funciona la tecnología, es decir, saber qué hay detrás de unas bonitas interfaces de usuario.

¿Cuánta gente conoces que de verdad sepa diseñar y fabricar microchips, circuitos integrados, sistemas informáticos o se dedique al desarrollo profesional de software? No estamos hablando del típico vecino o cuñado nivel avanzado que dice saber montar ordenadores y «hacer páginas web», cuando en realidad lo único que hace es ensamblar unas pocas piezas y modificar cuatro textos en plantillas que se ha descargado de Internet.

Está claro que hoy en día una sola persona no puede saber de todo, pero necesitamos tener expertos en las distintas áreas. Ver facultades de informática medio vacías o con gente desmotivada no es algo muy esperanzador. La tecnología no sale de la nada y, si no hay talento joven en casa que se encargue de seguir desarrollándola, al final vamos a depender de los demás y estaremos a su merced.

En serio, aprende informática

Cada vez que me encuentro con alguien que me dice que «la cosa está muy mal, no encuentro trabajo», le digo: estudia informática. De verdad, en el sector tecnológico hacen falta buenos profesionales, gente a la que le guste este ámbito y que realmente quiera evolucionar y hacer evolucionar el mundo.

Muchos le echan la culpa de todos sus males a la tecnología, cuando en realidad son los típicos que están enganchados todo el día a las redes sociales (por cierto, funcionan gracias a la informática de la que tanto se quejan).

En la época de la revolución industrial, la introducción de las máquinas hizo desaparecer muchos puestos de trabajo, ya que los procesos de producción pasaron de hacerse de forma manual a estar mecanizados con la maquinaria incipiente de la época. Ahora pasa algo similar, pero con los ordenadores y la robotización. Sí, es cierto, debido al avance de la tecnología cada vez se necesita menos gente para hacer lo mismo (o incluso más) y con menos recursos. De hecho, los trabajos manuales repetitivos están destinados a desaparecer porque tarde o temprano serán (si no lo han sido ya) automatizados. En definitiva, hemos pasado de una sociedad industrial a la sociedad de la información, con todas las consecuencias que esto conlleva.

No hace mucho, oí a alguien decir que en diez años los trabajos que se pueden explicar con una frase serán automatizados y puso el siguiente ejemplo: me dedico al transporte de mercancías y conduzco un camión. No sé si esto va a ser tan drástico o no, lo que sí tengo claro es que hay que huir rápidamente de los trabajos repetitivos y fácilmente automatizables para dedicarse a trabajos que aporten un valor diferencial que no puedan ofrecer las máquinas.

Piénsalo por un momento, los coches de hoy en día hacen muchas funciones de forma automática como: encender y apagar las luces de cruce dependiendo de las condiciones de luz ambiental, encender las luces de carretera y quitarlas cuando deslumbran a los conductores que vienen de frente, activar y desactivar los limpiaparabrisas, frenar solos si detectan que vamos a chocar, corregir la trayectoria si nos vamos a salir del carril, etc. ¿Verdad que todo esto mola mucho? Pues en realidad lo que están haciendo es «quitarle trabajo al conductor».

¿Te lo habías planteado así alguna vez? Podrías decirme que realmente no le quitan el trabajo, sino que se lo hacen más cómodo y seguro porque él o ella realmente sigue conduciendo. Le quitarían el trabajo si realmente el coche condujera de forma autónoma. Vale, me gusta que me digas esto. Pero si te fijas bien, he dicho que «le quitan trabajo», no que «le quitan el trabajo». Estas simples dos letras «el» marcan el inicio del siguiente paso... Todo cambio de paradigma necesita una transición. Ahora se está empezando, dando ayudas y facilitando el trabajo, hasta que llegará un punto en el que lo que hará la persona será tan «trivial» que realmente no hará falta que lo haga un humano, sino que la propia máquina ya podrá hacerlo de forma totalmente autónoma.

Ten en cuenta que ya existen muchos coches de gama media que incorporan sistemas de asistencia a la conducción modernos y sofisticados, es decir, no estamos hablando de superdeportivos, sino de los coches que compra la gente normal y corriente. Hace pocos años esto era pura ciencia ficción, pero hoy en día ya existen coches autónomos que están empezando a circular por las carreteras.

Dicho todo esto, está claro que la revolución tecnológica es imparable y necesitamos gente que sepa desarrollar la tecnología en todos sus ámbitos. Por lo tanto, si no encuentras trabajo y no sabes qué hacer, te invito a descubrir este mundo de infinitas posibilidades, reorientando tu carrera profesional hacia las nuevas tecnologías. Sí, es verdad que el desarrollo de software es muy vocacional, pero el sector tecnológico tiene muchas vertientes y no todo se acaba en escribir «códigos raros», como dicen algunos.

Creo que la inteligencia artificial está en auge y que cada vez va a estar más presente en nuestras vidas, lo cual a su vez va a acelerar aún más la automatización de muchísimos puestos de trabajo. Hay muchos expertos que dicen que la clase media tiene tendencia a desaparecer y que cada vez va a haber más diferencia entre los realmente ricos y los pobres. Así pues, ante esta visión tan apocalíptica, solo nos queda prepararnos para poder aprovechar las nuevas oportunidades que surgirán, ya que se van a crear muchos nuevos puestos de trabajo de alta cualificación y remuneración.

Para terminar, te invito a ver un par de vídeos muy interesantes para que puedas sacar tus propias conclusiones: #MiEmpleoMiFuturo y #MiEmpleoMiFuturo2. En estos vídeos, se habla de una forma muy didáctica sobre las consecuencias de la automatización del trabajo especializado, repetitivo y de manejo de datos en la cuarta revolución industrial (Industria 4.0). Vale la pena decir que no tengo nada que ver con su realización, pero los encontré meses después de escribir este capítulo y pensé que eran lo suficientemente interesantes como para compartirlos contigo.